Cocinas de Leña
Las cocinas de leña pueden considerarse la forma más convencional para cocer los alimentos. Este tipo de cocinas incluyen un sistema de combustión a base de madera, la cual es depositada en un contenedor inferior, justo por debajo de los hornillos y del horno en sí mismo.
Ya hace más de 5.500 años a.C. se conocían las primeras cocinas de leña en lo que es hoy Egipto y el Lejano Oriente. El ser humano pudo desarrollar este tipo de artefactos para preparar sus comidas luego de siglos de aprendizaje en el dominio del fuego y otros elementos de la naturaleza a su favor.
Desde entonces y hasta nuestros días, son muchas las personas que se decantan por una cocina de leña por su manera eficiente de cocción, su fácil limpieza y la practicidad de uso. Además, cuentan con un aire bastante tradicional y hogareño que le da un toque extra a cualquier cocina, hay que admitirlo.
Para hornear, sofreír, calentar, ¡lo que sea! Las cocinas de leña se han perfeccionado para que se pueda hacer de todo en ellas. Basta con poner algunos leños de madera en su depósito, para poder calentar los hornillos o las paredes del horno uniformemente.
Ciertos modelos más modernos integran encendedores a gas para facilitar su encendido y hasta se combinan con hornos o planchas de inducción para mejorar el cocinado. Además, pueden ser de interior o exterior, pues las cocinas de leña están diseñadas para usarse en cualquier lugar.
No hay duda de que las cocinas de leña son una excelente alternativa para preparar recetas de lo más variado. ¿Quieres saber más acerca de este tipo de cocinas? Pues entonces continua leyendo para conocer todos los detalles.
¿Que son las cocinas de leña?
Las cocinas de leña pueden considerarse la forma más convencional para cocer los alimentos. Este tipo de cocinas incluyen un sistema de combustión a base de madera, la cual es depositada en un contenedor inferior, justo por debajo de los hornillos y del horno en sí mismo.
También es posible que usen heno, excremento animal o cualquier otro material orgánico en sustitución de la madera. De su carbonización depende la capacidad calórica que tenga la cocina en sí misma y se distribuya de manera uniforme por toda la estructura.
Tal vez pueda parecer que el uso de leña signifique menos eficiencia o que sean difíciles de limpiar, pero nada más lejos de la realidad. La verdad es que las cocinas de leña, son unos artefactos capaces de funcionar a la perfección para preparar cualquier comida.
Características de las cocinas de leña
Cuentan con sistema de combustión a leña
Algo muy característico de las cocinas de leña y como su nombre lo indica, es su sistema de combustión a leña. Pues depende de la carbonización de la madera para que pueda funcionar. Esta debe ser depositada en un contenedor especial en la parte inferior de la cocina, que cuentan con entradas y salidas de aire que permiten el avivamiento del fuego.
Aunque también pueden disponer de encendedores a gas que facilitan la quema de la leña lentamente. Son sus brasas las que mantienen la cocina caliente todo el tiempo que se necesite para cocinar en cualquier momento sobre ella.
Integran una chimenea
Las cocinas de leña siempre integran una chimenea en su diseño que permite la expulsión del humo de una forma eficiente. Sin restos de hollín o carbón que puedan ensuciar el espacio de la cocina, además permiten que se pueda respirar cerca de ellas sin inhalar el monóxido de carbono producto de la combustión de la madera.
Suelen estar fabricadas de latón o acero
Si, suelen estar fabricada de latón o acero porque son materiales que pueden resistir las altas temperaturas debido a la quema de la madera sin que la estructura de la cocina se deforme. Si bien es cierto que las versiones más rudimentarias de las cocinas de leña están hechas de tierra seca o ladrillos.
Beneficios de las cocinas de leña
Tener una cocina de leña en casa puede significar una serie de beneficios que son innegables. Conoce algunos de los más importantes:
Pueden servir de calefacción
El calor emanado de las cocinas de leña puede servir no solo para preparar cualquier tipo de platos, sino que también sirve como calefacción para el hogar. Este tipo de cocinas son funcionales para calentar cualquier espacio a su alrededor gracias a la combustión de la leña. Y como si se tratase de una chimenea o estufa, el frío no tendrá cabida cerca de su estructura.
Ahorran electricidad y gas
Las cocinas de leña se valen de la madera que es depositada en ellas para calentar su estructura, por lo que no se necesita ni de electricidad o gas para su funcionamiento. Las que cuentan con encendedores a gas, suelen trabajar a un ritmo muy bajo y constante, que disminuye la cantidad que se usa. De cualquier modo se ahorra mucho con estas cocinas, ya que la leña cuesta mucho menos en comparación a otros combustibles.
Son perdurables y resistentes
Tanto así que pueden durar siglos si se les conserva correctamente. Y es que gracias a su fabricación en materiales como el acero o el latón, estas cocinas pueden ser perdurables y muy resistentes ante su uso frecuente. Ni siquiera se ven afectadas por el calor de las brasas. No hay duda de que las cocinas de leña tienen una excelente relación calidad-precio que otros artefactos no brindan en el mercado.
Aportan un sabor único a las comidas
Si lo que se quiere es aportar un sabor único a las comidas, esa sazón campestre típica de los campos o que los abuelos daban a sus preparaciones, basta con utilizar una cocina de leña. La carbonización de la madera puede impregnar los alimentos de un olor y sabor agradable que muchos prefieren en pizzas, guisados y pasteles.
¿Cómo se limpia una cocina de leña?
Como cualquier otro electrodoméstico, las cocinas de leña deben limpiarse para mantener su óptimo funcionamiento. Sigue los siguientes pasos para remover la suciedad y la grasa correctamente:
Paso 1:
La encimera de la cocina de leña puedes limpiarla con un paño húmedo cuando no está encendida. Así puedes remover los restos de comida y grasa contenidos en su superficie. Puedes usar algún producto corta grasa para quitar la suciedad fácilmente.
Paso 2:
Extrae todos los restos de brasas y leña que queden en el contenedor de la cocina al menos 3 o 4 veces por semana. De este modo te aseguras de que su depósito no se obstruya y queda la leña nueva durante cada nuevo cocinado.
Paso 3:
El resto de la estructura puedes limpiarla con un paño y un poco de vaselina. La grasa sintética de este producto puede aportar brillo a la superficie de acero o latón de la cocina luego de que frotes bien cada tramo de su estructura.
Las cocinas de leña son una alternativa bastante cómoda y eficiente para preparar cualquier comida en ellas. Se ahorra combustible, son fáciles de limpiar y lo que es mejor, le dan un gusto inigualable a tus platos. Recuérdalo cuando vayas a comprar tu próxima cocina.[kkstarratings]
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